Desbobinado

Desbobinaje de materiales enrollados en bobinas o carretes, en condiciones controladas.

Para mantener la tensión del material desenrollado, se necesita un elemento que actúe como freno de la bobina. Disponemos de una amplia gama de posibilidades según el tipo de aplicación:

Polvo magnético. Compuesto por varios discos espaciados, y entre ellos polvo magnético que mediante una bobina se magnetiza provocando la frenada. La principal ventaja de este tipo de freno, es la gran linealidad de que se dispone. Por contra, solo es apto para desbobinadores de pequeño tamaño, y para materiales plásticos o similares.

Neumáticos. Están compuestos por un disco, solidario con el eje, y varias mordazas con cilindro neumático. Mediante una válvula proporcional, se aplica presión controlada que cierra la pinza, y frena el disco. Con este sistema se llega a pares de frenado muy elevados, en cambio se renuncia a una buena linealidad. Normalmente se utiliza en aplicaciones de papel cartón y materiales gruesos.

Motorizados. Con esta opción, el par de frenado se realiza con un motor, trabajando como generador. De está manera se combinan las anteriores ventajas; muy buena linealidad, y grandes posibilidades de potencia de frenado. Además se añaden otras ventajas como son la eliminación de problemas de temperatura y desgaste de los frenos.

Motorizados regenerativos. Se pueden ampliar las ventajas del freno motorizado, al combinarlo con equipos regenerativos. Esto permite recuperar la energía de frenado, y consumirla en el resto de la máquina, con el correspondiente ahorro que supone. Independientemente del tipo de freno escogido, se calcula el diámetro y gramaje del material, para poder anticipar señales de parada por diámetro o metros. Estas señales se pueden utilizar para parar la máquina, o bien para el cambio automático.